Este año se cumplieron 25 años de la primera emisión de la icónica serie animada Daria, ¿la recuerdas? Era 1997, tal vez andabas por los 17 años y te gustaba ver MTV, en ese entonces valía la pena, tenía buena música y programas disruptivos.

“Daria” mostró la vida de una estudiante de secundaria que era sumamente cínica e inteligente por lo que no lograba encajar fácilmente en su entorno. Era un spin-off de la caricatura Beavis and Butt-Head. Su personalidad cínica y sensata dio como resultado icónicas frases, que seguramente ahora serían sumamente criticadas. ¡Gracias generación de Cristal!

Disfrútalas otra vez:

1. “No hay momento en la vida que no pueda ser mejor con la pizza”: No cabe duda que pepperoni, queso derretido, una buena salsa de tomate y masa crujiente pueden ayudar mucho en el estado anímico de las personas.

2. “Mi meta es no despertar a los 40 años con la amarga realización de que desperdicié mi vida en un trabajo que odio porque me vi forzada a decidir una carrera en mi adolescencia”: Uno de los mayores miedos en los jóvenes es la elección de su carrera universitaria, aunque ahora como adultos sabemos que no era para tanto ¿o sí?

3. “Comparar una hija con la otra te habría hecho reprobar en clases de iniciación a la maternidad”: Muchas hermanas sintieron la presión de ser comparadas entre sí y por eso la caricatura lo señaló, ahora no hay que repetir ese patrón.

4. “¿Podemos terminar esto de una vez? Tengo que ir a un lugar… la tele cuenta como lugar”: Hoy en día es el celular, pero en los noventas la televisión era perfecta para escapar de la realidad.

5. “¿Hay algún momento en el que tu apariencia no afecta en cómo se te juzga?”: La presión social por cumplir los estándares de belleza es muy dura, especialmente en la adolescencia.

Fuente: Cultura Pop

Atentos que van algunos spoilers:

“¿Cuál es su canción favorita?” Esa es la pregunta de Dustin a Lucas en un momento de vida o muerte para Max en el capítulo 4 de la temporada 4 de Stranger Things. Querido Billy es ya, para muchos, el mejor capítulo de la serie. Pese a no ser un final de temporada, nos muestra un increíble tiroteo en California, a Once cayendo de nuevo en las manos de papá, un épico intento de huida de Rambo Hooper y una desternillante y tenebrosa infiltración en un manicomio… Y nada de ello es el momentazo del capítulo. Ante la tumba de su hermano alcanza el clímax la complicada trama de depresión adolescente que Stranger Things se ha atrevido a hacer sobre Max.

Por supuesto, esto es fantasía y en esta alegoría ese mal adolescente es Vecna y tiene tentáculos, pero poco nos importa. Lucas, que no solo es el ex novio de Max, es su verdadero mejor amigo, sabe la respuesta.

Ahora cabría preguntarnos, sabemos cuál es la canción favorita de nuestras parejas, de nuestros padres, de nuestros mejores amigos. Sí, puede que no porque es que casi nadie lo tiene tan claro pero, y de qué canción dependería la vida de una persona. Sí lo preguntamos así, “¿qué canción te salvaría la vida?” en lugar de “¿cuál es tu canción favorita?”, puede que muchos más tengan respuesta.

Max (y Lucas) eligen “Running Up The Hill”, de Kate Bush. Aunque la letra habla de la lucha por superar las dificultades de una relación amorosa, con Max y su lucha contra la depresión, la soledad y la culpa, la letra se transforma.

Running Up The Hill se convierte en una canción de ánimo, una que le dice que no está sola, una que le anima a seguir, a correr, a subir esa montaña dejando atrás los problemas. Lo hace, por supuesto, en una carrera épica para salir del Mundo del revés, y dejar atrás a Vecna. El episodio se despide con un “estoy aquí” de Max a sus amigos (abrazando a Lucas) que es mucho más que una afirmación literal.

Más allá de lo que plantea la serie, muchos estamos descubriendo esa canción que nuestros amigos o conocidos eligen para salir de un lugar oscuro.

Si con Never Ending Story en la temporada 3 Stranger Things nos regaló uno de los momentos musicales más cómicos de la televisión, con Running Up The Hill nos ayuda a sobrevivir la oscuridad de nuestra mente.

Con información de Esquire

El éxito de una película depende de su historia y de cómo el actor o actriz principal la interpreten. Existen actores que hacen todo, hasta lo imposible, para que la producción sea memorable.

El público y la crítica saben hasta después de los esfuerzos y sacrificios que el actor realizó para la cinta, pero la satisfacción de haberlo logrado, el resultado que se vio en pantalla, es uno de los mejores premios para ellos.

Estos actores que te presentamos rompieron sus propios límites físicos y mentales con tal de ofrecer una fantástica actuación.

En Los miserables, Anne Hathaway perdió 11 kilos en dos semanas para interpretar a la pobre Fantine.

Christian Bale perdió 24 kilos en 4 meses para interpretar a Trevor Reznik en la película “El maquinista”

Gary Oldman fumó más de 400 cigarros para interpretar a Winston Churchill en El instante más oscuro, aunque el actor no fumaba; este papel le dio un Óscar

Para interpretar a Patrizia en La casa Gucci, Lady Gaga aprendió y habló durante 9 meses con acento italiano

Leonardo diCaprio, que es vegetariano, tuvo que comer carne cruda en El renacido

Ashton Cutcher estuvo dos veces en el hospital por pancreatitis ya que siguió la dieta de Steve Jobs para interpretarlo en la película de su vida

Robert Pattinson perdió su sanidad mental para poder interpretar a su personaje en El faro

Adrien Brody se deshizo de su auto, su departamento, incluso terminó con su novia como parte de su preparación para interpretar a Wladyslaw Szpilman en El pianista.

Heath Ledger se aisló por un tiempo para poder alcanzar la locura y así interpretar al Joker en Batman, el caballero de la noche.